Entrevista a Maoz Eliakim, fotógrafo
Maoz Eliakim es fotógrafo. Nacido en Tel Aviv, vive en Reus desde hace años y es profesor en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Trabaja como freelance y ha estado en muchas ocasiones en el Priorat, fotografiando el paisaje, los vinos y el Hotel hostal Sport. Nos interesa profundizar en su mirada fotográfica, sensible y estudiada. Es el fotógrafo de cabecera del Hotel Hostal Sport y la entrevistamos para conocer cómo es su mirada profesional y por cómo nos ve.
¿Cuando llegas al Hotel Hostal Sport, qué te sorprende como fotógrafo?
Recuerdo perfectamente cuando entré por primera vez en el hotel y me marcó que es un espacio donde se mantiene el bagaje histórico y cultural. Hace años que conozco el Sport, he visto su transformación arquitectónica y también de concepto en la cocina ... Pero siempre se ha querido mantener la esencia, no perder los vínculos con el pasado. Y es algo que me ha marcado mucho. Es muy bonito querer preservar el patrimonio de la familia, del lugar ... Por ejemplo, el mantel, que marcan la identidad del establecimiento, del restaurante. Hay elementos y mobiliario antiguo muy viejos y bellos, y hay evolución constante pero siempre un vínculo con el pasado. Y lo notas.
Has estado presente en el Sport en muchas ocasiones y también y especialmente durante fiestas y celebraciones. ¿Qué opinión fotográfica te llevas?
Que es un lugar que se viste para cualquier ocasión y que tiene muchos rincones especiales y tranquilos. Junto al fuego ... por ejemplo. Te permite viajar dentro del mismo establecimiento; con una copa de vino puedes quedarte horas en la sala de estar. Y luego también tiene espacios sociales, como la barra del bar .. Y el restaurante que tiene un encanto enorme con las ventanas enormes que dan al jardín o el espacio privado del Salón Prior para hacer encuentros más íntimas.
Como fotógrafo, ¿con qué espacio del Sport te quedas?
Hay muchos, pero probablemente el exterior, el jardín, es mi preferido porque la luz es natural y tiene un encanto enorme. Es grande pero infinito. Y es íntimo. Y tiene una zona con agua y cambia mucho en función de cada estación del año todo el paisaje, lo que le da un toque especial. Y luego en el interior hay muchos espacios ... La chimenea me gusta mucho, así como el comedor principal ... Me encanta verlo vestido en Nochevieja, se decora de forma espectacular ... Cada espacio tiene su gracia.
¿Qué estilo de fotografía aplicas?
Bueno, en cada proyecto trato de estar en sintonía con el estilo del espacio. Hay unos puntos clave que el propietario quiere transmitir. En el caso de las habitaciones, por ejemplo, que se vean amplias, cómodas y con luz natural. Está claro que todos estos elementos deben quedar reflejados en la imagen y debe haber un abanico de técnicas fotográficas aplicadas que no engañen, sino que resalten lo que se quiere conseguir. Hay que trabajar para hacerlo posible y hacer visible los detalles que hacen el establecimiento único. En el caso de las habitaciones del Sport, hago listas de todo lo que hay y que debe ser visible, desde la cafetera, los albornoces, los balcones exteriores ...
Para un fotógrafo, ¿qué representa El Priorat?
Es una joya escondida. Es un lugar increíble por el paisaje, por su gente, por la oferta gastronómica, cultural, turística ... Me apasiona porque es un lugar escondido sin mucha gente y siempre me ha llamado la atención porque tiene un encanto muy natural. Es muy auténtico y es una segunda casa. Siempre llevo los amigos que me visitan el Priorat y todo el mundo queda alucinado. Creo que muchas ciudades del mundo quisieran tener a media hora un lugar tan especial como el Priorat. Yo, que vivo en Reus, tengo una gran ventaja.